Así veo las elecciones, artículo de opinión de Rafael López Ortega

 

En esto de los comentarios sobre las elecciones, el periódico no opina, lo hacemos, mejor o peor, a título personal, quienes lo firmamos, según nuestro saber y entender, pero siempre con honestidad, aunque podamos equivocarnos o a veces ser inoportuno. Discúlpennos.si así fuera.

Para empezar, el nuestro quiere ofrecer  la visión general según lo percibimos, por eso de que estamos todo el tiempo pendiente de la marcha de nuestro pueblo y tratamos con muchos actores. Lo hacemos con un espíritu de neutralidad.

Entrando directamente en tema, haciendo balance de cuanto nos ha llegado,  es justo reconocer que el Partido Andalucista que lidera Paco Zamudio lo tenía bien preparado y no para de hacer propuestas que conectan con sectores importantes del electorado, a los que moviliza un día sí y el otro también. Es una evidencia. La última que ha hecho,  a los jóvenes, da en el clavo, porque es una de las aspiraciones de la gente joven, aparte de la necesidad del puesto de trabajo,  las propuestas de vivienda de alquiler y zona wifi libre, eso engancha. Aunque otros también llevan lo de wifi libre, por ejemplo el PP. Eso por hablar de la juventud pero se ha dirigido a todos los sectores.

Y es que la larga experiencia de vida política municipal de Zamudio, 30 años en el Ayuntamiento, le permite conocer como nadie todos los rincones de las necesidades de la población, otra cosa es que pueda solucionar los problemas que hay, pero nadie como él para saber los vericuetos, -se conoce todos los escondrijos políticos y se sabe todos los cuentos, es “zorro viejo”- para hallar el camino o los atajos en busca de soluciones-, al menos ese es el convencimiento que tiene mucha gente, que están sorprendidas del ímpetu con que está desarrollando esta campaña electoral. Como en sus mejores tiempos. Y detrás, por edad, quien fuera su mejor alumna y partener, Antonia Grao, no se le queda a la saga. Ambos formaron el tándem de aquella época dorada hasta que “se les rompió el amor de tanto usarlo”. Eran días gloriosos que les llevó al Olimpo. Y después…

Como a casi todo dios, llega el ocaso, aunque Zamudio –que sufre el golpe pero rápido se levanta- y Grao,  resurgen. Y lo hacen con fuerza. El uno aliándose con el PSOE vuelve a gobernar –dijo que lo hacía por Isla Cristina, porque podría resultar ingobernable- y empieza a retomar las parcelas del poder, si no todas, si las suficientes, menos comprometidas, aunque también alguna le producen desazón (en Turismo no se ha conseguido recuperar la bandera azul de la playa central;  de la Gaviota habría que exculparle),  han sido áreas más interesantes para estar cerca de la calle, que al fin y al cabo así se está más próximo a la gente. Y, por lo que se ve y se conoce,  no lo han hecho mal. Han sido cuatro ediles que con su tarea han estado todos los días en los medios.

En cuanto a Antonia Grao, ha sabido configurar alrededor suyo un plantel que son cinco concejales en la oposición y que ahora con lista renovada le siguen legiones de fieles porque ella ha sido y sigue siendo la Antonia Grao de siempre, trabajadora, populista, cercana a la gente, metiendo el dedo en la llaga o en el ojo cuando lo cree justo, le parece o apetece, porque no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa, -alguien diría que es una virtud y un defecto- y a nivel de Pleno haciendo propuestas que en su mayoría no le aceptaban PSOE-PA, pero conociendo el percal como nadie, no se ha venido abajo. Ha estado al acecho. A ella pocos le engañan. Y todos la conocen. Ella y Paco Zamudio ¿estarán llamados a volver a trabajar juntos? Es posible. Para nosotros está claro desde hace mucho tiempo, aunque ella, al parecer según testigos,  ha prometido no hacerlo, pero ya se sabe que las promesas muchas veces se las lleva el viento, depende de la situación del momento.  Él no la niega ni la rechaza. Los dos se conocen bien. Donde hubo fuego… y son dos pesos pesados. Antonia dice que le ha costado mucho llega hasta donde está y ahora no se va a dejar convencer por Zamudio.

Los politólogos locales dicen que Isla Cristina es un mar de dudas. Estas elecciones pueden deparar toda clase de sorpresa. Y es cierto.

Al observador desde la distancia, como es nuestro caso, se nos antoja que Paco Zamudio volverá a estar en el próximo gobierno municipal, donde sus seguidores así lo afirman, y se entiende. Usan como slogan “ahora más que nunca” pero la duda surge esta vez sí se unirá con el Psoe de Pedro Pascual (buen respaldo el que le da Pedro Sánchez -se ve la mano de Faneca- al venir a Isla el miercoles 19,  a las 14,30 h,  degustación gastronómica  incluída, en Capitana). Un hombre nuevo en política y del que muchos dicen es una gran persona, que lleva gente interesante (un acierto Julio Suárez, inmejorable calidad humana,  y Salvador Gómez por La Redondela, quien ha traído paz a las relaciones entre los dos pueblos) pero Pascual se ha despojado de todo el equipo de Faneca (¿un error? otra forma de hacer política) o nos preguntamos si formará equipo con el PIF de Antonia Grao,  sin descartar que estén juntos los tres formando un tripartido –PA-PSOE-PIF-,  cerrando así la puerta al batallador  Paco González, -quien tiene que seguir alternando su trabajo profesional autónomo para ganarse el pan de cada día compartiéndolo  con la campaña-, un líder popular que por méritos propios suyos, por lo que ha peleado, merece estar en un gobierno municipal,  que, descartada la mayoría absoluta, como en todos los casos,  bien podría aliarse con Montse Márquez, otra política que conoce el Ayuntamiento por dentro y si bien ha compartido responsabilidades hasta casi el último momento, ha sabido de manera clara dar oportunos golpes sobre la mesa en su propio partido;  lleva una campaña  con muchas propuestas, realizables,  a cada barriada, habiéndose rodeado de buenas cabezas pensantes;  no la pierdan de vista, porque ella y González podría ser otro tándem que mucha gente no ven mal.

Las mayorías absolutas ya no se las cree nadie. Esa podría ser la gran sorpresa, pero nadie apuesta por ella. Igual hasta eso es bueno. ¿Se imaginan ustedes un equipo de gobierno trabajando codo a codo por Isla Cristina y formado por Pazo Zamudio, Antonia Grao, Pedro Pascual, Paco González, Montse Márquez y lo mejor de cada uno de sus equipos? Eso sería un gobierno de salvación local, algo irrealizable. Pero soñar, es gratis.

Sobre las otras opciones, todos coinciden en que hay que  ser realista… ¿Conseguirá Sebastian de Palma entrar en el Ayuntamiento? La respuesta se la dejo que la halle el lector.

Eso es lo que pensamos mirando el panorama político isleño e intentando analizar desde fuera la situación, asumiendo que podemos estar errados, pero acuérdense del bipartito o tripartito. El que no lo quiera, o los que no lo quieran,  aún están a tiempo de pensar y concentrar su voto, pero votar hay que ir a votar. Es un deber y una necesidad, a pesar de todo.

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